Alejandro Garzón *
Hoy, como argentinos y argentinas que no bajamos la cabeza ante nadie, alzamos la voz con más fuerza que nunca: ¡Patria Sí, Colonia No! Esta no es una consigna vacía, es el grito de un pueblo que se niega a ser entregado a los intereses extranjeros, que no acepta que nuestras decisiones sean dictadas desde despachos en Washington.
Mientras nuestro país se desangra con un índice de pobreza que sube sin freno, mientras las fábricas y pequeñas empresas cierran sus puertas, dejando a miles sin sustento, el régimen de Javier Milei se da el lujo de recibir a congresistas estadounidenses en la Casa Rosada. Y no están solos: en la misma mesa se sienta el embajador de Estados Unidos en Argentina, Marc Stanley, uno de los hombres que mejor representa los intereses de una potencia que siempre ha visto a nuestra patria como un terreno de conquista.
Nos quieren hacer creer que estas reuniones son para nuestro bien, pero la realidad es que detrás de cada apretón de manos y de cada sonrisa diplomática se esconden los intereses del capitalismo más voraz, ese que nos quiere esclavos, dependientes de su dinero y sus decisiones. No vamos a permitir que nos impongan su modelo de país, uno donde sólo los ricos tienen derecho a vivir con dignidad, mientras el resto sobrevive como puede en un sistema que los margina y los olvida.
La Argentina no se vende. No nos vendimos en las peores épocas de nuestra historia, y no lo haremos ahora. No vamos a permitir que Milei siga este camino de entrega, donde el pueblo es el único que paga el precio. Cada vez que los gobernantes se arrodillan ante las potencias extranjeras, lo que están haciendo es traicionar a las y los trabajadores, a las familias que ven sus sueños destrozados por políticas neoliberales que sólo traen más hambre, más desocupación, más desigualdad y más miseria.
Patria Sí, Colonia No no es sólo un lema, es un compromiso. Un compromiso de lucha contra un sistema que quiere hacer de nuestra nación un peón en su tablero global, un compromiso de no ceder un centímetro en la defensa de nuestra soberanía. No vamos a ser cómplices de la entrega de nuestra patria. No queremos su capitalismo salvaje, no queremos su modelo de explotación. Queremos una Argentina libre, justa y soberana, donde el pueblo sea el que decide su destino.
Aquí estamos, de pie, con la frente en alto, porque la patria no se negocia. ¡Patria Sí, Colonia No!