«Un día perdido es irreparable», dijo el Libertador Simón Bolívar.
Quienes creemos fervientemente en la libertad y la democracia no podemos perder ni un sólo día en nuestro trabajo cotidiano por construir cada vez más organización y poder popular.
Estos tiempos precisan de nuestro compromiso y de nuestra mirada aguda para no perdernos en discusiones creadas con el único objetivo de instalar confusión y desconfianza.
Los detractores de todo quieren correr la agenda del pueblo y barrerla. Pero somos protagonistas y defendemos con uñas y dientes nuestros derechos, nuestra libertad y la democracia que tanto esfuerzo, lucha, sangre y resistencia nos costó conseguir.
Nos quieren tristes y vencidos.
Cuidamos nuestra Democracia y la de todos los pueblos latinoamericanos. Por eso urge un gran Movimiento político, social y cultural de Liberación que trascienda las fronteras y potencie nuestra hermandad. El tiempo es el privilegio de quienes pueden esperar